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  • Foto del escritorAna Gorostegui

Una cuestión de límites

Actualizado: 28 mar 2023

En este post voy a hablar sobre la importancia de poner límites,

las consecuencias de no hacerlo

y las claves para empezar a establecerlos de forma saludable.



No hace falta apretar el botón nuclear: ¡pon límites!

El "botón nuclear" es el que aprieta Rosa, la protagonista de la película “La Boda de Rosa” de Icíar Bollaín (2020), para decidir dar un cambio radical a su vida, dejar de estar tan pendiente de los demás y ocuparse de ella.


Cuando atendemos más las necesidades del resto que las nuestras, hace que terminemos el día agotadas, con sensación de estrés, falta de sueño e incluso con la aparición de ciertos miedos. Si a esto se suma el tener alguna relación personal complicada, el aumento de los niveles de ansiedad está garantizado.


Como dice Nedra Glover Tawwab, psicóloga y experta en relaciones, en su libro “Cuestión de Límites” (editorial Diana), en la mayoría de los casos que le llegan a su consulta, el origen del malestar de la persona radica en un problema con los límites.


Vivimos en la cultura del agotamiento. Sobre todo las mujeres, nos dejamos arrastrar por nuestro deseo de ayudar a los demás y ahí es cuando dejamos de cuidarnos. Llegamos a creernos que no podemos hacer nada al respecto y normalizamos frases como “no tengo tiempo para mí” o "ésta es la suerte que me ha tocado".


En este libro habla sobre la necesidad de identificar nuestras necesidades y de entender que establecer límites es una parte innegociable para mantener relaciones saludables, sean de pareja, familiares, con amistades o laborales.


¿Cómo hacerlo?


Su método para establecer límites se resume en estos dos pasos:


1º.- Comunicar: verbal y explícitamente lo que quieres y necesitas. No dejar margen a que la otra persona te malinterprete por expresarte con gestos o silencios.


2º.- Actuar: defender esos límites que has puesto con tus acciones. Nunca va a bastar una sola vez, debes estar dispuesta a repetirlos y defenderlos pase lo que pase.


EJEMPLOS:


Si necesitamos poner límites a una amiga que suele llegar tarde:

Paso 1- Comunicar: “Para mí es importante que respetes el horario que hemos acordado. Si necesitas cambiarlo, avísame unas horas antes, por favor

Paso 2 - Actuar: si esta amiga vuelve a avisarte sobre la marcha, puedes decirle: “Quiero quedar contigo, pero mi horario no me lo permite, busquemos un día para vernos la semana que viene”.


Si necesitamos poner límites a un hijo adolescente con los horarios de llegada:

Paso 1- Comunicar: "Para mí es importante descansar tranquila las noches de los fines de semana, te pido por favor que respetes el horario de llegada que hemos acordado. Si no lo haces no te llevaré al entrenamiento al día siguiente."

Paso 2 -Actuar: Si el hijo vuelve a llegar más tarde de la hora acordada:

"Entiendo que entrenar es importante para ti, como lo es para mí descansar tranquila. Hoy no te llevaré al entrenamiento."


Un límite es una pista que das a los demás

sobre cómo quieres que te traten.


Nedra Tower, propone hacer todo el esfuerzo que haga falta, aunque nos cueste mucho, para verbalizar los límites, expresarlos claramente. Pero también dice que no hace falta ofrecer demasiadas explicaciones, que no hay que tratar de que la otra persona nos entienda. Ante una petición que no queramos atender, bastará que la respondamos con frases cortas, como por ejemplo “es lo más saludable para mí”. Y punto.


A las personas normalmente no les gusta que les pongan límites, así que lo lógico es que no respondan bien ante ellos, se enfaden o incluso nos critiquen. También dice que cuando alguien responda de un modo no saludable a un límite que le pongamos, es que se hace evidente que necesitábamos poner ese límite desde hacía tiempo.


¿Por qué nos cuesta tanto?


Por algo tan sencillo como el miedo a que se enfaden o se molesten con nosotras. A romper nuestra imagen amable de buena madre, amiga, pareja...


9 motivos por los que cuesta poner límites:

- Te da miedo ser cruel

- Te da miedo ser borde

- Te gusta complacer a la gente

- Te entra ansiedad al pensar en las interacciones futuras, una vez puesto el límite

- Te sientes impotente (y no sabes si los límites te ayudarán).

- Crees que tu valor depende de la ayuda que das a los demás

- Proyectas lo que sientes cuando alguien te dice que no a ti

- No tienes idea de por dónde empezar

- Crees que es imposible poner límites en ciertas relaciones


Pero lo que hay que tener en cuenta es que estamos diciendo que NO a algo para decir SÍ a nuestra propia salud emocional, física y mental.


La gente no sabe lo que quieres


Es responsabilidad tuya. A veces asumimos que es la otra persona la que tiene que cambiar y nos olvidamos de lo que sí está bajo nuestro control, como es el poner límites. Cuando los ponemos, nuestras relaciones cambian, porque hemos establecido lo que estamos dispuestas a tolerar y lo que no.


Para esto, nuestro cuerpo va a ser el gran aliado


Cuando dices que sí a algo que no quieres, notas una sensación “rara” en el cuerpo. La señal puede ser algo tan sutil como ese suspiro que sueltas antes de coger el teléfono.


¿Y después?


Una vez hecho el trabajo, hay una buena noticia y otra mala. La mala es que una vez puestos, lo habitual es que te sientas muy incómoda, culpable, asustada, triste o incluso desleal. La buena es que sentir esa incomodidad es el mejor indicador de que los límites están en marcha.


Si os interesa profundizar en el tema, en el libro encontraréis capítulos específicos donde aborda de manera muy detallada y con recomendaciones prácticas cómo establecer límites con la pareja, con los hijos, en el trabajo...




Recuerda... - Dejar claro lo que quieres o necesitas es responsabilidad tuya, no des por sentado que la gente lo adivinará

- Los mejores límites son aquellos que son fáciles de entender

- No existe la posibilidad de poner límites sin sentirte culpable

- Nunca pidas disculpas por poner límites

- Tus límites tienes que defenderlos, reforzarlos con tus acciones

- Respetar los límites de los demás es una buena manera de conseguir respeto hacia los tuyos propios.

- Si tú no reaccionas de manera saludable cuando alguien te dice que no, es probable que sea esa una de las razones por las que a ti te da miedo poner límites

- Cuando una persona manifiesta un límite no lo hace como crítica o por fastidiar, sino para sentirse segura y feliz en esa relación


En el caso de Rosa, la protagonista de la película de la que hablábamos al principio, interpretada magistralmente por Candela Peña, ella está tan entregada a las necesidades de los demás (su padre, sus hermanos, su novio, su hija…) sin sentirse atendida, tan incapaz de poner límites, que su única solución es apretar el “botón nuclear” y romper con todo. Deja su casa y su trabajo para reabrir la tienda de su madre en el pueblo. A toda la gente a la que no ha conseguido expresar sus necesidades durante tanto tiempo, se lo va a comunicar en una ceremonia muy especial: una boda consigo misma.


¿Y tú, te atreves a decirte “sí, quiero”?



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